Pasar al contenido principal

19 Enero 2022 - Story

La historia de Wood: Superando un terremoto a los seis meses de edad

Wood tenía solo seis meses cuando un terremoto de magnitud 7,2 devastó Haití el 14 de agosto 2021. Gracias al apoyo de Save the Children, él ha podido superar la adversidad, ahora cuenta con acceso a servicios de salud de calidad y continúa creciendo seguro y protegido.

El terremoto ocurre en el contexto de extrema inseguridad alimentaria en Haití, la peor ola de la pandemia de COVID-19 en el país que dejó a 4 millones de niños fuera de la escuela[1], violencia de pandillas e inestabilidad política tras el asesinato del presidente en julio de 2021.

Los tres departamentos del sur de Haití, Sud, Grand-Anse y Nippes, fueron los más afectados. Wood, su madre y su padre viven en la comuna de Jérémie, ubicada en el departamento de Grand-Anse, una de las zonas más afectadas por el sismo. Sumado a ello, el país aún se recupera tanto del terremoto de magnitud 7.0 de 2010, como del huracán Matthew de categoría 4 de 2017, que devastó estos mismos departamentos del sur del país.

“(…) Durante el último terremoto mi bebé (Wood) se logró salvar, su abuela (quien lo cuidaba) actuó rápidamente cuando un muro estaba a punto de derrumbarse sobre él”, nos contó su madre, Juvena.

El terremoto dejó aproximadamente a 650 mil personas en necesidad de asistencia humanitaria y de emergencia[2]. Wood y su familia lograron sobrevivir, pero miles de personas murieron y decenas de miles más quedaron sin acceso a un lugar seguro para vivir, agua potable, alimentos y acceso a servicios de salud de calidad.

La catástrofe dejó dañados también más de 90 establecimientos de salud, lo que afectó el acceso de las personas a la atención médica vital. Además, la tormenta tropical Grace azotó la región apenas unos días después provocando inundaciones y deslizamientos de tierra, aumentando su vulnerabilidad.

Cuando Wood nació, antes del terremoto su madre Juvena tenía que comprarle medicamentos, “desde el nacimiento de mi bebé, me hundí más en la miseria (por la compra de medicinas), no puedo satisfacer mis necesidades diarias, lo que significó renunciar a la atención médica”.

 

Un gran porcentaje de la población de Haití carece de acceso a los servicios básicos. Las cifras aumentan en las zonas rurales, solo el 50% de la población urbana y el 29% de la población rural tienen acceso a agua limpia y menos aún (30% urbana, 12% rural) tienen acceso a servicios de saneamiento[1]. El acceso a los servicios básicos en Haití lo proporciona principalmente el sector privado, en lugar del gobierno, lo que afecta el bolsillo de las familias como la de Wood.

Debido a la respuesta a la emergencia, Save the Children, en los días posteriores al terremoto, desplegó y estableció operaciones en Jérémie, donde Wood vive con su madre y su padre. Nuestros expertos en salud y logística apoyaron al gobierno para reiniciar los servicios de atención primaria de la salud en las clínicas existentes que resultaron dañadas por el terremoto.

“Fue gracias a Save the Children que pude obtener acceso a los servicios de atención médica, ya no tengo que comprar medicamentos y pagar controles médicos”.

Los servicios de salud incluyen vacunación, atención a madres, embarazadas y bebés, salud mental y apoyo psicosocial, tratamiento ambulatorio para niños en desnutrición y atención a sobrevivientes de violencia de género.

Juvena asiste regularmente a una de las clínicas de salud que apoyamos. “(Con Save the Children) los servicios médicos han mejorado mucho en términos de atención al paciente, más personal médico, disponibilidad, etc. Traigo a mi hijo al centro de salud todos los meses para vacunarse, desde que se habilitó la clínica es más fácil porque hay más vacunas disponibles”.

Juvena también recibió un kit de dignidad en una distribución organizada por la Unidad de Salud de Emergencia. Los kits contienen artículos de higiene para que las mujeres y sus bebés cumplir con sus hábitos de higiene, salud y limpieza: un balde, jabón, cepillo de dientes, pasta de dientes, toallas sanitarias, ropa interior, detergente en polvo y una linterna para moverse con seguridad por la noche.

Sin lugar a dudas, además del acceso médico hay otras necesidades por cubrir y mucho trabajo por realizar en Haití. Por el momento Wood está creciendo saludablemente, pero falta aún mucho por delante para poder hacer realidad el sueño de su madre.

“Me gustaría que la vida de mi hijo fuera diferente a la mía con acceso a educación, salud y oportunidades económicas y profesionales”.

Este deseo representa los sueños de la mayoría de las madres haitianas y una oportunidad para nosotros, las organizaciones internacionales y locales, de trabajar de la mano con el pueblo haitiano para que ellos puedan mejorar sus condiciones de vida.