Washington, D.C. (10 de mayo de 2023)- La prohibición de asilo de la administración Biden, anunciada hoy, debilita los derechos y la seguridad de cientos de miles de niños, niñas, adolescentes y familias migrantes, la mayoría de los cuales huyen de violencia y desastres inimaginables. Save the Children se opone firmemente a esta prohibición, y lleva mucho tiempo instando a la administración Biden a que no promulgue restricciones tan devastadoras. Esta prohibición entrará en vigor mañana, cuando finalice el Título 42.

"Al prohibir el asilo, el gobierno de los Estados Unidos está sometiendo a las familias y a los niños, niñas y adolescentes solicitantes de asilo a más -e innecesarios- peligros y violencia", declaró Janti Soeripto, Presidenta y CEO de Save the Children.

"La prohibición de asilo provocará separaciones familiares y obligará a niños, niñas, adolescentes y familias a buscar refugio en países en los que la protección de asilo es insuficiente o inexistente. Estados Unidos debe comprometerse a proteger los derechos humanos y proporcionar un refugio seguro a quienes lo necesitan. Como hemos dicho una y otra vez, aunque entendemos las complejidades de reconstruir un sistema de inmigración roto, las políticas que ponen a niños, niñas, adolescentes y familias en peligro no son la solución; son inaceptables, moral y legalmente."

Victoria Ward, Directora Regional de Save the Children para América Latina y el Caribe, dijo:

"Aunque acogemos con satisfacción la posibilidad de simplificar la tramitación del asilo, algunas de las nuevas medidas de esta política podrían aumentar los peligros a los que se enfrentan los niños, niñas, adolescentes migrantes y sus familias. También nos preocupa que más niños, niñas y adolescentes viajen no acompañados". Otras amenazas potenciales para la niñez y las familias en virtud de esta nueva política son un mayor riesgo de deportación desde países de toda la región una vez que abandonen su nación de origen. También es posible que en toda América veamos un aumento de la xenofobia y la discriminación contra los migrantes, así como mayores índices de explotación sexual, violencia por parte de bandas y traficantes organizados".

La organización también señala que la nueva política no aborda las necesidades específicas de los niños, niñas y adolescentes. "Nos preocupa cómo las expulsiones rápidas y las solicitudes de asilo podrían afectar a los niños, niñas y adolescentes, especialmente a los que no están acompañados", dijo Ward.

En América Latina y el Caribe, Save the Children está evaluando la situación en los países que se verán más afectados por los cambios que podrían provocar estas medidas. Guatemala y Colombia son un foco de atención particular, ya que albergarán centros regionales anunciados por la administración estadounidense. Una de las preocupaciones de la organización es la falta de información sobre cómo deben proceder los niños, niñas, adolescentes y las familias que se trasladan a Estados Unidos cuando entre en vigor la nueva política.

En Estados Unidos, Save the Children -junto con su rama de defensa política estadounidense, Save the Children Action Network- seguirá abogando en nombre de los niños, niñas, adolescentes y las familias para garantizar que se respeten sus derechos y que reciban un trato legal y humano, con dignidad y respeto. Y, en colaboración con una red de refugios y agencias de servicios sociales a lo largo de la frontera sur de EE.UU., Save the Children está preparada para acoger a los migrantes y apoyar cualquier necesidad humanitaria que pueda surgir.