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20 Noviembre 2020 - Noticias

LLAMADO A LOS ESTADOS PARA GARANTIZAR EL DERECHO A VIVIR EN FAMILIA

Conscientes del impacto global y regional de la pandemia Covid-19, y dada la situación de vulnerabilidad social y económica en que se encuentra un considerable número de familias, incluidas las migrantes, refugiadas y solicitantes de asilo, y otras en movimiento en los países de la región, SOLICITAMOS a los Estados de la región, la urgente implementación de estrategias integrales, adicionales a las ya realizadas, dirigidas a mitigar el impacto de la pandemia. El abordaje integral y la prevención temprana de las numerosas situaciones de vulnerabilidad, contribuirá directamente a prevenir situaciones de pérdida del cuidado familiar y la vulneración del derecho a vivir en familia.

El derecho a vivir en familia está garantizado y consagrado a través de la normativa internacional de los derechos humanos, que reconoce a la familia como el núcleo central de protección de la niñez y la adolescencia. Así mismo, el artículo 17.1 de la Convención Americana reconoce el derecho a la protección a la familia y la Convención sobre los Derechos del Niño establece que la familia es el medio natural para el crecimiento y el bienestar de todos sus miembros y en particular de los niños, niñas y adolescentes. Asimismo, las directrices de Naciones Unidas sobre las modalidades alternativas de cuidado de los niños, pone el foco justamente en el derecho a vivir en un entorno familiar, estableciendo un conjunto de orientaciones en el ámbito de la prevención y la restitución de ese derecho.

De igual forma, otros instrumentos internacionales reconocen el derecho a la familia y al desarrollo en una vida familiar, entre estos: el art. 15 del protocolo de San Salvador, el art. 16.3 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, el art. 23.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el art. 10 del Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales.

La actual pandemia, nos exige evaluar, adaptar e intensificar las acciones del Estado y la sociedad civil a fin de responder de manera efectiva a la emergencia. Es prioritario que los avances logrados en las políticas y programas preventivos no se vean afectados, así como garantizar la sostenibilidad de los presupuestos destinados a tales efectos. Las diferentes respuestas deben estar orientadas a mantener y garantizar la mejor atención, cuidado, bienestar, así como el cumplimiento de los derechos de la niñez y adolescencia en Latinoamérica y el Caribe.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos, en ese sentido, advierte sobre las consecuencias de la pandemia por Covid-19 en niñas, niños, adolescentes y sus familias, e insta a priorizar el interés superior de niñas, niños y adolescentes frente a la pandemia, especialmente, de aquellos que no cuentan con cuidados familiares o se encuentran en instituciones de cuidado y centros de detención y privación de libertad.

Es por ello que, el Movimiento Mundial por la Infancia de América Latina y el Caribe (MMI-LAC), alianza estratégica que agrupa a las principales organizaciones y redes que trabajan en la promoción, protección y defensa de los derechos de los niños, niñas y adolescentes de la región, hace un llamado a los gobiernos y autoridades especializadas en la protección de la niñez y adolescencia, para que se apliquen todas las medidas requeridas y se garanticen los siguientes lineamientos mínimos de actuación:

1. Adoptar el enfoque de derechos humanos en todas las decisiones que se deban tomar: priorizar la perspectiva de los derechos humanos de la niñez y adolescencia en todas las decisiones orientadas a enfrentar la pandemia y sus consecuencias, asegurando en su aplicación los enfoques de ciclo de vida, género, interculturalidad e inclusión social. Así como la consideración del interés superior del niño y su autonomía progresiva.

2. Identificar y priorizar las respuestas de protección a las niñas, niños y adolescentes más vulnerables: en situación de calle; víctimas de violencia; de explotación sexual comercial y las peores formas de trabajo infantil; con pérdida del cuidado parental; migrantes; desplazados por conflictos armados y refugiados; ubicados temporal o permanente en instituciones de protección, en internados escolares o en el sistema de justicia juvenil; niñas embarazadas; y niñas, niños y adolescentes con discapacidad y necesidades especiales.

3. Proteger a los niños, niñas y adolescentes en cuidado alternativo: elaborar y/o adoptar los protocolos construidos por las diferentes organizaciones especializadas en la protección de la infancia y la adolescencia, que contengan los procedimientos que responden específicamente al cuidado de las niñas, niños y adolescentes durante la Covid-19, para garantizar los mecanismos de prevención, sensibilización e información oportuna, y dar continuidad a la atención, promoviendo las condiciones para que niñas, niños y adolescentes puedan seguir en contacto con sus familias y/o cuidador principal. Asimismo, brindar respuesta integral y efectiva a la atención en salud tanto física como emocional y todos los cuidados generales. Los cuidadores y el personal a cargo del cuidado y atención infantil y adolescente deben gestionar planes de “cuidados y respuesta esencial” para garantizar la protección y atención oportuna y continua a las niñas y niños y adolescentes mientras están en cuarentena por la Covid-19. En los casos en los que se determine la desinstitucionalización o reintegración familiar de las niñas, niños y adolescentes que están en cuidados alternativos, se debe garantizar la preparación, el acompañamiento y las condiciones apropiadas para que las niñas, niños, adolescentes y sus familias transiten ese proceso, evitando consecuencias que produzcan daño y revictimización.

4. Identificar las necesidades y brindar el apoyo requerido a las familias de acogida y las niñas, niños y adolescentes que se encuentran en esta modalidad de cuidado alternativo: se deben adaptar los protocolos que contengan los procedimientos que responden específicamente al cuidado de las niñas, niños y adolescentes durante la Covid-19, para garantizar los mecanismos de prevención, sensibilización e información oportuna, así como la respuesta efectiva a la atención en salud y cuidado general. Asimismo, se debe brindar a estas familias el apoyo que requieran sea en salud mental para el manejo del estrés, en alimentos, en materiales o instrumentos educativos y en cualquiera de las otras necesidades básicas que puedan requerir.

5. Asegurar el acceso permanente a los servicios básicos y de protección para niñas, niños, adolescentes y sus familias: los gobiernos deben garantizar con carácter prioritario el acceso a los servicios básicos y especiales, tales como: la atención médica, asegurar alimentación y correcta nutrición, salud mental, protección contra todas las formas de violencias, y el apoyo y acompañamiento psicosocial durante la pandemia y la cuarentena.

6. Prevenir la separación innecesaria de las niñas, niños y adolescentes de sus familias o cuidadores principales: los gobiernos y, en específico, los sistemas de protección deben desarrollar e implementar protocolos de atención y monitoreo adecuados sobre la situación de las familias y prevenir cualquier situación que pueda derivar en la separación del niño, niña o adolescente de su familia o cuidadores principales.

7. Asegurar la inversión de los recursos a los sistemas de protección integral de la infancia y la adolescencia: los gobiernos deben proporcionar la inversión de recursos requerida por los sistemas de protección, garantizando así la prevención, protección y mitigación de los impactos de la pandemia en las niñas, niños y adolescentes. Será imprescindible la adecuación de las rutas de atención para los casos de vulneración de derechos asociados a esta nueva coyuntura, asegurando una rápida y efectiva respuesta por parte de las instituciones responsables.

8. Asegurar la participación infantil y adolescente: se debe reconocer el derecho de las niñas, niños y adolescentes a expresar sus opiniones y afectaciones frente a la situación de emergencia por la pandemia y permitir rutinas/mecanismos de cuidado desde espacios de diálogo intergeneracional, promoviendo la toma de decisiones en todo aquello que pueda afectar sus vidas.

Para acceso a material de apoyo ingrese al siguiente link: http://www.movimientoporlainfancia.org/covid19-derecho-a-vivir-en-familia/