Aumento de la violencia contra niñas y niños venezolanos a medida que COVID-19 profundiza la crisis
Los niños, niñas y las mujeres venezolanas están sufriendo un aumento de la violencia física, sexual o emocional en el hogar, según los nuevos datos de Save the Children, en el momento en que América Latina se ha convertido en el nuevo epicentro de la pandemia de coronavirus.
Datos desde los programas de Save the Children que apoyan a las familias dentro de Venezuela y a los migrantes en los países vecinos muestran una imagen desgarradora:
• En Colombia, el personal que trabaja cerca de la frontera venezolana ha visto un aumento del 33% en la demanda de apoyo relacionado con la violencia de género desde mediados de marzo hasta mediados de mayo. La mayoría de los casos están relacionados a violencia sexual contra niñas y niños, violencia psicológica y violencia física contra las mujeres por parte de sus parejas.
• El equipo en Colombia ha visto un aumento de casi el 80% en las llamadas a nuestras líneas de ayuda y un aumento del 62% en las consultas de primeros auxilios psicológicos.
• Casi un tercio de los hogares encuestados en Venezuela informaron que las medidas de aislamiento han resultado en un aumento de la agresión y la hostilidad contra los niños y niñas en su hogar.
• En Venezuela, casi el 90% de los trabajadores de protección entrevistados dijeron que los niños y niñas están expuestos a riesgos debido a las medidas adoptadas para contener la propagación de COVID-19, como las cuarentenas y los toques de queda. Los tipos más destacados de violencia denunciados son violencia emocional (100%) como gritos o negligencia, violencia física (88%) y violencia sexual (25%).
Es probable que estas cifras impactantes sean solo la punta del iceberg. La violencia doméstica y de género no se denuncia crónicamente, y las mujeres y los niños y niñas temen hablar por temor a represalias y estigma. Estar atrapado en una cuarentena con sus agresores probablemente empeore esta tendencia.
María *, quien recibe soporte por parte de Save the Children en Caracas, dijo: “En mi casa, las cosas están tan tensas que solo se puede escuchar el silencio. Cuando mi esposo está aquí, mis hijos y yo no nos atrevemos a movernos ... Como hemos estado encerrados, no hay límites para los golpes, no hay descanso".
Las familias venezolanas se encuentran en una situación precaria, ya que los medios de vida perdidos, las fronteras cerradas y las medidas de aislamiento están exacerbando sus difíciles circunstancias. Estos factores, junto con el cierre de escuelas y la pérdida de servicios para proteger a niños, niñas y adolescentes, aumentan significativamente el riesgo de violencia doméstica.
Antes del brote de coronavirus, Venezuela ya tenía la tasa de inflación más alta del mundo, con escasez crónica de alimentos y medicamentos. La pandemia está eliminando las pocas oportunidades de subsistencia restantes y está los precios están aumentando aún más. La creciente escasez de agua potable, alimentos y combustible está llevando a más personas a la desesperación: algunos cuidadores están atacando a los más cercanos a ellos.
Si bien la necesidad de apoyo para los niños y niñas venezolanos nunca ha sido tan urgente, el acceso a servicios especializados está fuera del alcance de muchos en ambos países. Los servicios locales están colapsados y con fondos insuficientes, o sin poder funcionar debido a las medidas de distanciamiento social. Al inicio de la pandemia, muchos refugios colectivos tuvieron que cerrar . Más de la mitad de los padres y madres encuestados en Venezuela dijeron que no sabrían dónde obtener ayuda si necesitaran servicios de protección.
Victoria Ward, Directora Regional de Save the Children para América Latina y el Caribe, dijo: “Nuestros equipos están siendo informados sobre más y más niños y niñas que sufren en silencio a puerta cerrada. El aumento de la violencia está directamente relacionado con la profundización de la crisis humanitaria y la disminución de las opciones disponibles para familias cada vez más desesperadas debido al brote de coronavirus”.
"Es inaceptable que muchos niños y niñas venezolanos no tengan refugio en esta crisis. Si siguen las reglas y se quedan adentro, enfrentan abusos. El hogar debe ser el lugar donde los niños y niñas se sientan más seguros”.
“Si no respondemos urgentemente a esta violencia, los niños y niñas pueden enfrentar consecuencias inmediatas y de por vida para su salud, desarrollo y perspectivas de futuro. No podemos permitir que la vida de estos niños y niñas se convierta en el costo oculto de esta pandemia".
La prevención de la violencia doméstica y de género debe ser una prioridad en la respuesta al brote de COVID-19, y deben tomarse medidas concretas de manera inmediata, como programas para prevenir o mitigar el riesgo de violencia, y garantizar que todos los niños, niñas y las familias puedan acceder a estos recursos. - debe ponerse en su lugar de inmediato.
Save the Children hace un llamado a los gobiernos, los donantes y la comunidad internacional para que aumenten significativamente el apoyo a las organizaciones internacionales, nacionales y locales, para que puedan proteger a los niños y niñas de la violencia y para garantizar que el llamado del Secretario General de las Naciones Unidas a la acción decisiva sobre violencia contra la mujer se ponga en práctica.
*Nombre modificado para proteger su identidad.
FIN Para apoyar el llamado global para la emergencia de COVID-19 de Save the Children haga clic aquí.
Voceros disponibles. Para coordinar una entrevista contactar a: • Jennifer Gardella - jennifer.gardella@savethechildren.org; 00573232213116
• Claire Nicoll en Londres - c.nicoll@savethechildren.org.uk; 00447825 663691
• La oficina de prensa en Londres (disponible las 24 horas) media@savethechildren.org.uk; 0044 7831 650 409.
Notas para los editores
Desde 2017, Save the Children ha estado trabajando arduamente para cubrir las vastas y agudas necesidades humanitarias de los niños, niñas y las familias afectadas por la crisis de Venezuela en toda la región de América Latina y el Caribe. Ahora, estamos adaptando y ampliando nuestro trabajo para apoyar a los niños, niñas y las familias más vulnerables, incluidos los migrantes y refugiados venezolanos, las comunidades de acogida y los niños, niñas y las familias en Venezuela, que son los más afectados por la pandemia de COVID-19.