La fundadora de Save the Children recibe honores en el cementerio de Ginebra en centenario clave de su trabajo
GINEBRA, 7 de febrero de 2024 - La fundadora de Save the Children, Eglantyne Jebb, fue enterrada de nuevo este miércoles en un cementerio de la ciudad de Ginebra en Suiza, reservado a quienes contribuyeron a la ciudad y fueron influyentes internacionalmente, en el centenario de su labor pionera en favor de los derechos de los niños, niñas y adolescentes.
Eglantyne Jebb cofundó en 1919, junto con su hermana Dorothy Buxton, la organización mundial de defensa de los derechos de la niñez Save the Children, como respuesta al sufrimiento de los niños, niñas y adolescentes en Alemania y Austria-Hungría al final de la Primera Guerra Mundial.
Redactó la Declaración de Ginebra de los Derechos del Niño, un documento fundamental en el que se describen los derechos exclusivos de los niños, niñas y adolescentes. La Declaración de Ginebra fue aprobada por la Sociedad de Naciones en 1924 y este año se cumple el centenario de su afirmación de la universalidad de los derechos de la niñez.
Jebb murió en Ginebra en 1928 y fue enterrada en el cementerio de San Jorge de la ciudad. El traslado al Cementerio de los Reyes es un honor que sólo se concede a quienes han tenido un impacto significativo en la vida de los demás.
Entre las 350 personalidades notables ya enterradas en el cementerio figuran el reformador protestante Juan Calvino, el ex Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos Sergio Vieira de Mello y uno de los presidentes del Comité Internacional de la Cruz Roja, Gustave Moynier.
Michel Anglade, Director de la Oficina de Save the Children en Ginebra, declaró:
"Hace cien años, una valiente mujer llamada Eglantyne Jebb fundó Save the Children en respuesta al terrible sufrimiento al que se enfrentaban los niños, niñas y adolescentes como consecuencia de la guerra.
"Armada con ideas adelantadas a su tiempo, Eglantyne Jebb cambió el curso de la historia cuando declaró que todos los niños, niñas y adolescentes debían tener derechos. Esta idea revolucionaria desencadenó un movimiento global destinado a hacer del mundo un lugar mejor para la niñez. También contribuyó a dar forma a la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño.
"Nos sentimos orgullosos y humildes de unirnos a los miembros de la familia de Eglantyne y a los principales defensores de los derechos de la infancia para reconocer el legado y el impacto de esta increíble mujer, y como organización seguimos comprometidos a estar a la altura de su legado y a defender los derechos de los niños, niñas y adolescentes siempre que se vean amenazados."
Christina Kitsos, Consejera Administrativa de la Ciudad de Ginebra, declaró:
"Este año se celebra el centenario de la Declaración de los Derechos del Niño, un documento pionero redactado por Eglantyne Jebb y adoptado por la Sociedad de Naciones en 1924. Eglantyne Jebb ocupa un lugar legítimo en el Cimetière des Rois, donde se encuentran personalidades que han contribuido a la influencia de Ginebra. Ginebra, la ciudad de Rousseau y Piaget, tenía el deber de reconocer a esta pionera de los derechos de la niñez cuya labor ha sido invisible durante demasiado tiempo. La ciudad de Ginebra se enorgullece de honrar la memoria de una mujer cuyo mensaje es tan poderoso y sigue siendo tan relevante hoy".
Philip Jaffé, miembro del Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas, declaró:
"La Declaración de Ginebra y su aprobación por la Sociedad de Naciones hace 100 años iniciaron un largo proceso que condujo en 1989 a la adopción de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, una convención jurídicamente vinculante ratificada por casi todos los países del mundo. No podemos subestimar el papel clave que Eglantyne Jebb desempeñó en la Ginebra de principios de los años veinte para promover los derechos de los niños, niñas, adolescentes y su universalidad".
FIN