8 de marzo – un día para renovar nuestro compromiso por la igualdad de género
Por Erica Marcos, Asesora de Género del Programa de Apoyo a la Sociedad Civil de Save the Children
El 8 de marzo de 2020 fue un hito para mí por dos razones. La primera, porque es el día del año donde la sororidad y el sentido de pertenencia toma mayor fuerza. El año pasado conmemoramos el Día Internacional de la Mujer en las calles con amigas que se han convertido en familia. Cantamos, gritamos, y también reímos por la dicha de estar vivas, con la energía para seguir luchando por las que ya no están, y demostrando que estamos unidas para proteger a las mujeres que son víctimas de violencia. La segunda, porque fue el último día que me sentí libre ya que al día siguiente fue mi primer día de confinamiento. Mi último recuerdo de la vida pre-COVID es junto a esta multitud de personas diversas en género y edad conmemorando una lucha que no se detendrá.
Con la atención del mundo puesta en la pandemia, la desigualdad incrementó. Las niñas, las adolescentes y las mujeres una vez más han sido las mayores perjudicadas por esta situación. La carga desproporcionada de trabajo doméstico y de cuidados que soportan, el aumento en el riesgo de sufrir violencia basada en género dentro de sus hogares, que se agudiza con el confinamiento, el restringido acceso a servicios de salud sexual y reproductiva durante la pandemia, mayores brechas en la educación sobre todo para las niñas que deben asumir labores en sus hogares o viven en hogares sin posibilidad de acceder a una educación a distancia, el aumento de los índices de embarazo adolescente y de uniones tempranas; son algunas de las situaciones que ya se están evaluando como impacto directo de la COVID-19. Especialmente cuando hablamos de niñas y mujeres rurales, indígenas, con discapacidad, en contexto de migración, o pertenecientes a la comunidad LGBTIQ+.
Después del primer estado de shock, aprendí a convivir entre la escuela en casa, el trabajo en casa y el cuidado de una nueva mascota. El trabajo que llevamos adelante con las socias del Programa de Apoyo a la Sociedad Civil (PASC) de Save the Children ha sido para mí una tabla de soporte y una motivación para seguir practicando los compromisos propios, y también los profesionales, que se renuevan cada 8 de marzo.
Desde el Programa de Apoyo a la Sociedad Civil estamos acompañando a las niñas, niños y adolescentes de las redes con las que trabajamos, quienes demandan acciones para abordar los desafíos concretos que por causa de género está afrontando la niñez durante la pandemia. Nos alienta ver el avance de nuestras socias hacia organizaciones más inclusivas y diversas, con las que impulsamos temas como la Educación Sexual Integral, la visibilidad de las necesidades y retos de las niñas en movilidad, el desarrollo de indicadores de género para la evaluación de los sistemas nacionales de protección integral a niñas, niños y adolescentes (SIPINNA) y una estrategia para la incluir a los padres en la crianza con disciplina positiva. Estos son algunos ejemplos de cómo el PASC está logrando avances significativos que contribuyan a cambio transformador de nuestra sociedad.
Hoy nos encontramos de nuevo en el punto 0 de esta nueva vuelta al calendario. Donde renovamos nuestros votos por la igualdad de género, y donde renovamos también la energía necesaria para llevarlos a cabo. Este año será diferente: conmemoraremos la lucha desde casa (siempre en huelga de cuidados por este día), pero siempre acompañadas por nuestra manada, cada vez más nutrida de amistades y colegas. Estoy feliz por poder contribuir a un mundo más justo e igualitario para niñas, niños y adolescentes y agradecida por pertenecer a una organización que lucha por el mismo objetivo.