Por el mes de la niña se llevó a cabo el conversatorio “Abordando el matrimonio infantil y las uniones tempranas en LAC desde las adolescentes y juventudes”, con el objetivo de generar un espacio de diálogo entre adolescentes, jóvenes y tomadores de decisión sobre el impacto de la educación para prevenir y erradicar los matrimonios infantiles y uniones tempranas en la región.

Nuestra colega, Olivia Henderson, Asesora Técnica en Violencia de Género, participó del conversatorio en representación de Save the Children. A continuación, te compartimos algunos puntos clave sobre su intervención:

El matrimonio infantil es una práctica dañina que afecta de manera desproporcionada a las niñas y que tiene impactos profundos que cambian sus vidas, incluidas su educación, salud y economía, un mayor riesgo de sufrir violencia, un mayor riesgo de mortalidad infantil y materna y un mayor riesgo de pobreza intergeneracional. Es una violación de los derechos humanos y una barrera para el desarrollo sostenible.

El matrimonio infantil es un problema mundial que afecta a todos los países, culturas, religiones y etnias. En América Latina y el Caribe, una de cada cuatro mujeres, de entre 20 y 24 años, estaba casada o en una unión temprana antes de los 18. La tasa de matrimonio infantil y uniones tempranas en la región no ha variado en 25 años. Se prevé que LAC tendrá la segunda tasa regional más alta de matrimonio infantil para 2030 detrás de África Subsahariana.

El matrimonio infantil es una forma de violencia de género profundamente arraigada en la desigualdad y la discriminación. La intersección de la desigualdad de género y el bajo nivel socioeconómico a menudo se identifica como un fuerte impulsor del matrimonio infantil, ya que las familias necesitadas pueden usarlo como un mecanismo de supervivencia para aliviar su carga financiera.

Sabemos que el matrimonio infantil es tanto una causa como una consecuencia de la interrupción de la educación, ya que las niñas que abandonan la escuela tienen más probabilidades de casarse temprano y las niñas que se casan temprano tienen más probabilidades de abandonar la escuela.

Para que el matrimonio infantil sea una opción menos atractiva, las mejoras en el acceso a la educación y los logros educativos deben ir de la mano con mayores oportunidades de empleo formal y calificado para las niñas.

Algunas estrategias para combatir el matrimonio infantil pueden incluir: 1) Asegurar que las mujeres y las niñas sean consultadas y que asuman roles significativos de liderazgo y toma de decisiones. 2) Desarrollar campañas comunitarias para crear conciencia sobre la importancia de la educación de las niñas. 3) Abordar la desigualdad de género en el plan de estudios escolar, incluidos materiales que pueden perpetuar los estereotipos de género. 4) Garantizar una educación sexual y reproductiva integral. 5) Considerar la posibilidad de ofrecer asignaturas que impliquen una formación profesional práctica y pertinente. 6) Empoderar a las niñas para que ejerzan sus derechos mediante la formación, las habilidades, la información, la provisión de espacios seguros y redes de apoyo. Revisar y promover cambios en las leyes y políticas nacionales que permitan el matrimonio infantil.

En Save the Children creemos que para poner fin al matrimonio infantil las niñas son parte de la solución. Necesitamos hacer espacio para que las niñas usen su poder de manera efectiva, alcen la voz, tomen el control de su propio futuro, participen en la toma de decisiones que las afectan y convertirse en líderes en este proceso de cambio.