“Escúchanos”: lo que los niños y niñas quieren de la COP28
DUBAI, 29 de noviembre – Los niños, niñas y adolescentes de todo el mundo exigen un mejor acceso a la educación climática, más financiación para infraestructura resiliente al clima y un puesto en la mesa para que sus voces sean escuchadas mientras sus gobiernos se dirigen a la COP28 esta semana, dijo Save the Children.
Las solicitudes fueron expresadas durante las “simulaciones de COP” nacionales organizadas por Save the Children y sus socios. Jóvenes de 14 países, incluidos Ruanda, Guatemala, Nigeria y Madagascar, compartieron sus puntos de vista con tomadores de decisiones clave antes de la conferencia anual sobre el clima que se llevará a cabo este año en Dubai, Emiratos Árabes Unidos, del 30 de noviembre al 12 de diciembre.
Los 2.400 millones de niños, niñas y adolescentes del mundo son los más afectados por la crisis climática, una emergencia que está cobrando vidas, erosionando los derechos de la niñez y amenazando su futuro.
IMPACTOS DE LA CRISIS CLIMÁTICA EN EL HAMBRE Y LA SALUD
Muchos niños, niñas y adolescentes destacaron los efectos colaterales del cambio climático y explicaron cómo afectaba a los cultivos, las fuentes de ingresos, la seguridad alimentaria y la salud general de sus familias. En Madagascar, los niños, niñas y adolescentes dijeron: “Nuestros padres tienen dificultades para encontrar lo suficiente para alimentarnos. No sólo se destruyen las cosechas, sino que además no tenemos suficiente dinero para seguir yendo a la escuela o para recibir tratamiento cuando enfermamos”.
Los niños, niñas y adolescentes de Zambia dijeron que esto a menudo afecta la salud mental de los adultos, y agregaron: "Demasiadas personas se estresan cuando no llueve, o llueve demasiado porque sus cultivos y sus cosas quedan destruidas".
En Guatemala los niños, niñas y adolescentes pidieron a las autoridades “apoyar la implementación de proyectos que generen producción agrícola, ya que esto ayuda a combatir el hambre y la desnutrición, además de aumentar la seguridad alimentaria”.
El año pasado, Save the Children descubrió que el 83% de los niños, niñas y adolescentes en 15 países informaron haber sido testigos del cambio climático o la desigualdad, o ambos, que afectan al mundo que los rodea. El informe encontró que el 73% de los niños, niñas y adolescentes cree que los adultos deberían hacer más para abordar estos problemas [3].
ACCESO A LA EDUCACIÓN
En Ruanda, los niños, niñas y adolescentes dijeron que las inundaciones y los deslizamientos de tierra habían destruido edificios y carreteras, impidiéndoles ir a la escuela o acceder a los centros de salud.n“Cuando llueve mucho, los niños y niñas no logran ir a la escuela... se producen deslizamientos de tierra. Entonces nuestros padres empiezan a tener dificultades para pagar las matrículas escolares y esto provoca el abandono escolar”, dijeron.
En Zambia, fenómenos climáticos extremos como la sequía también habían afectado su acceso a la educación. "Cuando hay sequía, los niños y niñas no vamos a la escuela porque tenemos que buscar agua", decía su carta conjunta.
Cada año, los fenómenos meteorológicos extremos interrumpen el aprendizaje de unos 40 millones de niños, niñas y adolescentes una cifra que probablemente aumentará a medida que aumenten la intensidad y la frecuencia debido al cambio climático [1].
INVERSIÓN EN FINANCIACIÓN CLIMÁTICA
A lo largo de las simulaciones, muchos niños, niñas y adolescentes pidieron a sus gobiernos que incluyeran la educación climática en el plan de estudios nacional, para que estuvieran equipados con conocimientos sobre el cambio climático, sus efectos y cómo abordarlo. Muchos también pidieron una mejor infraestructura para hacer que los edificios escolares y las comunidades sean más seguros.
Los niños, niñas y adolescentes de Zambia pidieron a su delegación que protegiera su acceso a los servicios de agua, invirtiendo en soluciones prácticas, como la perforación de pozos y la recolección de agua. "También queremos ver una infraestructura sostenible que pueda sobrevivir a inundaciones y sequías", dijeron.
Un grupo en Madagascar dijo: “Debido a los ciclones, el nivel del agua está aumentando y no podemos ir a la escuela. Estamos pidiendo un puente para poder cruzar y llegar a la escuela”.
En Nigeria, los niños, niñas y adolescentes dijeron que el dinero debería destinarse a nuevas instalaciones que tengan “materiales resistentes a las inundaciones, sistemas de drenaje adecuados y fuentes de energía alternativas”.