América Latina y el Caribe.

Save the Children es una organización internacional presente en más de 120 países. Con el objetivo de lograr que las niñas y los niños tengan un mejor futuro, trabajamos día a día para garantizar los derechos de la niñez a la salud, educación y protección frente a la violencia. Nos aseguramos de que se cubran sus necesidades y de que sus voces sean escuchadas. Hacemos todo lo que sea necesario por las niñas y los niños, todos los días y en momentos de crisis, para transformar sus vidas y el futuro que compartimos. Para el 2024, nuestro objetivo es impactar al menos a 750 millones de niños y niñas globalmente, trabajando junto con 50,000 activistas infantiles e involucrando a 10 millones de nuevos supporters, asegurando que los niños y niñas tengan un comienzo saludable en la vida, puedan ir a la escuela a aprender de manera segura, vivir libres de violencia y crecer en familias resilientes.

Para muchos niños, niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe, la violencia es parte de su vida cotidiana. Cada hora, tres adolescentes en la región son asesinados debido a la violencia de pandillas o la migración insegura. América Latina y El Caribe alberga cuatro de los cinco países con las tasas de homicidio infantil más altas del mundo. También es la región con las tasas de feminicidio más altas, destacando el problema de la violencia de género.

La migración forzada e insegura es un problema que afecta a millones de niños, niñas y adolescentes en la región. Actualmente, hay dos crisis migratorias importantes: el movimiento desde el Norte de Centroamérica hacia México y los Estados Unidos, y la crisis migratoria venezolana. Los niños y niñas son vulnerables a la trata de personas y al tráfico ilícito de migrantes, especialmente las niñas que son más vulnerables a la violencia, el abuso y la explotación.

La disponibilidad de servicios de salud es escasa en diversas áreas de la región. Las poblaciones indígenas y en situación de pobreza sufren particularmente las consecuencias con tasas de mortalidad infantil más altas que el promedio. Las personas migrantes a menudo no tienen acceso a servicios de salud. En toda la región, las tasas de embarazo entre las adolescentes de familias de bajos ingresos son mucho más altas que las de familias de mayores ingresos. Esto aumenta su probabilidad de abandonar la escuela.

El cambio climático es otro factor que ha impactado a la niñez y adolescencia en la región. Por ejemplo, niñas y niños son más propensos a las enfermedades asociadas a la escasez del agua y su educación puede verse interrumpida ante un desastre climático. Asimismo, un informe reciente de la Universidad de Brusselas y Save the Children calcula que los niños y niñas nacidos en 2020 estarán expuestos 6.8 veces más a olas de calor que sus abuelos y abuelas. En general, la crisis climática incrementa la desigualdad para la niñez que vive en situación de pobreza.

A todas estas situaciones, desde el 2020 se sumó la pandemia por COVID-19, que impactó gravemente el acceso a la educación. Se calcula que 2 millones de niños y niñas han sido afectados por el cierre total de las escuelas. Las medidas de aislamiento también afectaron la salud mental de los niños y niñas. Según una encuesta global de Save the Children el 83% de familias reportaron un aumento en los sentimientos negativos en los niños y niñas debido a la pandemia. Además, la COVID-19 y las medidas para mitigarla tuvieron un impacto en la economía, que se ha traducido en el aumento de la pobreza y en menores recursos para asegurar salud y nutrición adecuadas para la niñez. 

Trabajamos en América Latina y el Caribe para mejorar la vida de los niños, niñas y adolescentes más vulnerables. Los niños y niñas están en el centro de lo que hacemos mientras respondemos a la COVID-19, los conflictos y el cambio climático. Nuestras prioridades regionales son la migración y el desplazamiento; el retorno seguro a clases y al aprendizaje, y la protección social y familias resilientes.

A través de nuestra amplia gama de programas y proyectos están enfocados en el nexo entre humanitario, reducción del riesgo de desastres y desarrollo. Empoderamos a los niños, niñas y adolescentes y promovemos la participación infantil al educarlos sobre sus derechos y garantizando que sus voces sean escuchadas. A través de nuestros esfuerzos de incidencia, les brindamos a los niños y niñas herramientas para promover la igualdad de género, reducir la violencia en sus comunidades y mejorar el acceso a oportunidades y medios de vida.

Estamos comprometidos a construir relaciones significativas con grupos de la sociedad civil, organizaciones locales dirigidas por mujeres, niños y niñas, entidades nacionales y subnacionales, entre otros. Nuestras estrategias de asociación y localización tienen como objetivo mejorar y aprovechar las soluciones locales para los niños y niñas, y sus familias para garantizar un efecto sostenible que mejore la vida de una amplia gama de comunidades locales.

Nuestro trabajo en protección infantil se enfoca en fortalecer los sistemas nacionales y locales de protección y nuestro trabajo en educación se enfoca en el acceso a la educación y el retorno seguro a clases. También estamos respondiendo a la crisis migratoria de Venezuela con programas que atienden las necesidades de los niños, niñas y sus familias que han migrado a Colombia y Perú, así como también estrategias locales en Venezuela. En la respuesta migratoria en el Norte de Centroamérica, hemos estado liderando nuestra respuesta de soluciones locales mitigando las causas profundas de la migración, atendiendo las necesidades apremiantes de los migrantes, mejorando la calidad de vida de los niños, niñas y sus familias y asumiendo un papel de liderazgo dentro de los espacios humanitarios regionales. 

Capacitamos a los trabajadores de salud comunitarios para brindar atención primaria, fortalecer las capacidades de salud y brindar servicios de salud sexual y reproductiva a los niños, niñas y familias más vulnerables. También implementamos programas de nutrición para niños y niñas de comunidades rurales más propensas a la desnutrición. Leer más sobre lo que hacemos.

Operamos a través de oficinas en 11 países  y tenemos una oficina regional con sede en Panamá. También implementamos programas a través de organizaciones socias de la sociedad civil en países donde no tenemos una oficina.