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18 Julio 2022 - Noticias

Crisis climática: Millones de niños, niñas y adolescentes corren el riesgo de padecer enfermedades respiratorias y renales y otros peligros para la salud debido a las olas de calor que azota por Europa

EUROPA, lunes 18 de julio de 2022 - Millones de niños, niñas y adolescentes a lo largo de Europa corren el riesgo de padecer enfermedades respiratorias y renales, así como otros peligros para la salud, a medida que las temperaturas récord se extienden por el continente, según advierten los médicos.

Save the Children ha afirmado hoy que esta evaluación debería ser una llamada de atención para que los líderes tomen medidas urgentes ante la crisis climática, con el fin de reducir la exposición de los niños, niñas y adolescentes a las peligrosas olas de calor y proteger a las generaciones futuras.

En la última semana, los niños, niñas y adolescentes de Francia, España y Portugal se han enfrentado a olas de calor extremas e incendios forestales que han obligado a decenas de miles de personas a abandonar sus hogares[i]. Ya son más de 360 las personas que han muerto por el calor en España, donde las temperaturas alcanzaron los 47 grados a finales de la semana pasada[ii].

Mientras tanto, en el Reino Unido, por primera vez en la historia, la oficina meteorológica emitió un aviso "rojo" por calor excepcional, ya que se espera que algunas partes del país experimenten hoy temperaturas de 40 grados. 

La crisis climática está haciendo que este tipo de fenómenos meteorológicos extremos sean más frecuentes y graves. Según una investigación realizada por Save the Children y la Universidad Libre de Bruselas (VUB), Nacidos en la crisis climática, de media, según los compromisos iniciales de reducción del Acuerdo de París, los niños y niñas nacidos en 2020 probablemente se enfrentarán a casi siete veces más olas de calor abrasadoras y al doble de incendios forestales que sus abuelos.

Cuanto más se expongan los niños y niñas al calor extremo, mayor será su riesgo de padecer enfermedades respiratorias y renales, fiebre y desequilibrios electrolíticos, que pueden alterar una serie de funciones críticas, incluidas las cardíacas y neurológicas, según un estudio de Lancet[iii]. También puede causar deshidratación grave, agotamiento e insolación, que si no se trata puede dañar rápidamente el cerebro, el corazón, los riñones y los músculos, siendo mortal en algunos casos[iv].

Mantenerse hidratado, mantenerse lo más fresco posible y no exponerse al sol puede reducir las posibilidades de enfermar[v].

Y si tomamos medidas urgentes para limitar el calentamiento de las temperaturas a 1,5 grados por encima de los niveles preindustriales, reduciremos la exposición adicional de los bebés a las olas de calor durante toda su vida en un 45%, y a los incendios forestales en un 10%, señaló Save the Children.

Yolande Wright, Directora de Pobreza Infantil y Clima de Save the Children, dijo: "Tristemente, la realidad de estas olas de calor no es simplemente más tiempo de ocio en el parque o en la playa. Estas altas temperaturas son peligrosas para nuestra salud y para nuestras vidas - especialmente para los niños y niñas, que son más vulnerables debido a su desarrollo físico en curso y a su menor capacidad para regular la temperatura corporal."

Los niños, niñas y adolescentes afectados por la desigualdad y la discriminación, como los que proceden de familias de bajos ingresos o de comunidades de refugiados, corren un mayor riesgo, según Save the Children, porque tienen más probabilidades de carecer de acceso a una atención sanitaria de calidad, padecer enfermedades subyacentes o estar desnutridos.

Además, suelen quedarse atrás a la hora de adaptarse al calor. En toda Europa y en el Reino Unido, las familias con menores ingresos tienen menos posibilidades de acceder a viviendas más frescas y espaciosas, y a sistemas de refrigeración como aparatos de aire acondicionado o ventiladores.

El aumento de los costes energéticos y la crisis universal del coste de la vida también están haciendo que las familias se vean obligadas a tomar decisiones críticas entre utilizar la electricidad para alimentar ventiladores, frigoríficos y congeladores y alimentar a sus hijos, dijo el grupo de derechos del niño.

Yolande Wright dijo: "A medida que el mundo se calienta, y no hay señales de que se tomen medidas suficientes para limitar el calentamiento, son los niños, con toda su vida por delante, quienes se llevan la peor parte. Pero la crisis climática también afecta de forma desproporcionada a los niños y niñas de los países de ingresos bajos y medios, y de las comunidades desfavorecidas.

"Pero hay esperanza: el mundo tiene los recursos y las herramientas necesarias para garantizar el bienestar de todos los niños, niñas y adolescentes en un planeta sano para las generaciones venideras. Necesitamos que los líderes hagan todo lo que esté en su mano para limitar el calentamiento de las temperaturas a 1,5 grados por encima de los niveles preindustriales, y que establezcan planes adecuados para ayudar a las comunidades a adaptarse a nuestra nueva normalidad.

"Sabemos que son necesarios cambios fundamentales para hacer frente tanto a las crecientes desigualdades como al caos climático. De lo contrario, estamos fallando a nuestros hijos".